viernes, 3 de agosto de 2012

El Protector, segunda parte...

Hola!! Qué tal esas vacaciones? Sé que algunos de vosotros estáis ya de vacaciones o os iréis pronto, si es así, espero que os lo paséis genial... Y cuidado con el sol! :)
Bueno, pues os dejo con la siguiente parte de El Protector, el relato que comencé a narraros en la entrada anterior:
 Asustada, Ethel intentó gritar, pero tampoco pudo, una mano fría le tapaba la boca. De repente, sintió dos agujas que se clavaban lentamente en un lateral de su cuello y cómo el veneno de aquella criatura iba tomando posesión de su cuerpo, atravesando todo su canal sanguíneo buscando el camino para llegar a su corazón.
Cuando estaba a punto de decirle adiós a la vida, sintiendo cómo la muerte llamaba a la puerta de su alma para entrar y llenarlo todo con su negro sudario, un resplandor entró por la ventana y aterrizó a los pies de la cama. Ethel escuchó el sonido que produce una espada cuando es desenvainada y a su agresor retirarse de su cuello para encararse al individuo resplandeciente. La chica, en medio de su agonía, pudo abrir los ojos pero aún no podía moverse. Lo que vio la dejó casi sin el poco aliento que le quedaba.
Su salvador era un ser alado de cabello canela y ojos verdes que empuñaba una espada de plata, parecía de la edad de Ethel y el resplandor que emanaba pudo dejar ver a la chica el ser que la había atacado. Era un hombre de largos colmillos que vestía una larga capa negra y portaba una espada de bronce con la cual embestía al salvador con furia asesina, mientras que este rechazaba todos los golpes con elegancia, sin cambiar la misma expresión neutra que tenía hasta ahora.
El alado pareció cansarse de rechazar y pasó al contraataque, de un solo golpe, cogió al oscuro con la guardia baja y lo atravesó de parte a parte convirtiéndolo en un montón de polvo y humo negro que el alado hizo desaparecer con una sonrisa triunfal en la cara. Después, el luminoso se inclinó sobre la agonizante Ethel y la besó en los labios, la chica sintió cómo el veneno desaparecía poco a poco extraído de su alma por aquel chico alado. Al cabo de unos minutos, él se separó y ella lo miró:
-Siempre a tu lado, Ethel.- dijo el alado con una dulce sonrisa.
Ethel le sonrió también y cayó dormida. El chico le acarició una mejilla, envainando la espada mientras desplegaba sus alas, echó a volar a través de la ventana perdiéndose en el oscuro cielo de la noche, dejando aquella ardiente promesa en el alma de Ethel.
El ejército del sur fue vencido ya que el Tormento, así es como llamaban al demonio que los atacaba, no apareció. Ethel conocía la razón, pero jamás confesó lo que sabía a nadie.
La guerra había acabado y una semana después nació el hermano de Ethel, la chica pidió a sus padres que le dejaran ponerle el nombre y ellos accedieron encantados. Sin pensarlo, Ethel nombró a su hermano con el nombre de Ilser, que en su idioma significaba “protector”. Sus padres le preguntaron el por qué de ese nombre y ella tan sólo contestó que creía que era un bonito nombre, sin relevar jamás que era en honor de aquel chico alado que la había salvado.

Qué os ha parecido? Esta es una de mis creaciones preferidas, espero el final no os haya defraudado.
Felices vacaciones!! :)