domingo, 11 de noviembre de 2012

Una historia de terror...

"Solo.
Estaba solo.
Perdido en medio del bosque.
 Los árboles eran engullidos por la negrura que me rodeaba y la luz de la luna estaba oculta tras nubes color carmesí que descargaron su lluvia sobre mí.
Parecía que el cielo sangraba. 
No solo era la soledad lo que me angustiaba sino que, entre los bosques que existen en el mundo, había ido a perderme en el bosque más peligroso de todos. Aquel que aparecía en todos los cuentos de terror que, de pequeño, mi madre me había contado y, que a su vez, le había contado a ella mi abuela. Historias que habían pasado de generación en generación, advirtiendo del peligro que corríamos si osábamos entrar en aquel bosque. 
Ahora, con todas esas advertencias en mi mente, y maldiciendo a mis amigos por aquella estúpida idea de entrar en el bosque, intentaba encontrar una salida a aquel laberinto verde. 
Hacía tiempo que la lluvia caía inmisericorde sobre mí y tras andar durante lo que me pareció ser una larga hora, paré, aquel árbol torcido que parecía una garra ya lo había visto antes. Me senté en el suelo, derrotado y empapado, estaba andando en círculos, enterré la cara entre las manos y, desesperado, lloré amargamente, en silencio, oyendo la lluvia. 
De repente, escuché algo que no era precisamente el sonido de las gotas impactar contra el suelo y, rápidamente, giré la cabeza hacia la derecha, con la esperanza de que fuera alguno de mis amigos. 
Me encontré con algo totalmente distinto.
Dos ojos dorados me observaban desde la espesura, sin parpadear. 
No podía moverme, estaba perdido en los ojos de aquel ser desconocido.
Los ojos comenzaron a acercarse lentamente hacia mí, y el círculo de visión se amplió. Un rostro pálido en forma de corazón enmarcado en una melena negra como ala de cuervo apareció ante mí, una túnica plateada cubría el resto de su cuerpo y sus manos, del color del mármol, se entrecuzaban delicadamente en su regazo. No podía tener más de veinte años.
La bella criatura se sentó en las raíces del árbol torcido, la lluvia parecía parar a unos milímetros antes de impactar en su piel, mientras que yo continuaba mojándome y dominado por el frío. Ella se limitó a mirarme y yo a ella, con la boca abierta por la impresión y el terror. 
La bella criatura sonrió, cerrando sus labios en una línea finísima que hizo, sin saber por qué, que un escalofrío me recorriera la columna vertebral. Su voz era fría cuando habló:
-¿Te consideras un chico valiente? ¿Sabes las historias que se cuentan sobre este bosque?
Ninguna respuesta; "Por supuesto, y ahora sé que son verdad" hubiera dicho si pudiera haber hablado, estaba mudo por el miedo atroz que tenía en aquel momento. Aquella chica no era una chica cualquiera, ella continuó:
-¿Te comió la lengua el gato?
Rió y su risa sonó a cristales rotos, chirriante, terrorífica... Mi cuerpo pareció reaccionar ante aquella risa y me levanté a toda prisa, echando a correr alejándome de aquella criatura infernal. Las puntiagudas ramas rozaban mi piel y la abrían en heridas que sangraban y mi sangre caía sobre el suelo del bosque, dejando el rastro inconfundible de aquel que huye de la muerte. 
Algo salió del suelo apresándome el pie derecho y haciéndome caer al suelo. Mis pies se enredaron en aquello que me había hecho caer, imposible para mí de escapar, forcejeé con mis "cadenas" pero sentía que, a cada tirón, aún más me apresaban. Paré y escuché un susurro:
-¿Dónde ibas? 
El rostro de ella apareció a pocos centímetros del mío y sus cabellos rozaron mi piel. Sus labios rozaron los míos y cerré los ojos, quizás no era un ser malvado, quizás era uno de aquellos seres protectores, quizás...
Esperanzas rotas. 
Dos agujas se clavaron en mi labio inferior y sentí cómo la sangre huía de mí por aquellos dos agujeritos en mi piel, dos lágrimas amargas recorrieron mis mejillas y me sumí en la oscuridad del bosque, sin emitir sonido alguno, resignado a mi destino...


Ahora, siglos después, recuerdo esto como si hubiera sido ayer, porque, ¿Qué eran siglos para un espíritu? ¿Horas? ¿Minutos? ¿Segundos? Nada, el tiempo no existe para mí, cuando mi alma fue recogida en brazos de la Muerte, esta no me permitió el paso hacia el más allá porque tenía que vengar mi propia muerte para descansar al fin, pero... ¿Cómo se mata a otro espíritu?"
 
Et voilá! Tal y como os prometí os regalo otra creación mía, surgida la noche de Halloween. 
Espero que os haya gustado ^^
Nos vemos!! :)