"-Bienvenida Cielo sobre Agua de nuevo a tu maravilloso, espectacular y... MUY ABANDONADO BLOG!! Por qué me dejas así?? No publicas desde hace meses!!
-Ya lo sé... Perdona... No quería... Es que los exámenes, los trabajos...
-No quiero excusas!!! Ponte ahora mismo a escribir una nueva publicación para tus seguidores!!
-De acuerdo... Ya voy..."
Pues esa fue la conversación de esta mañana que tuve con mi blog al entrar después de meses, días, horas, minutos, segundos... Sin dar señales de vida por Blogger. La verdad es que tiene razón, he estado muy perdida, sé que siempre digo lo mismo cada vez que desaparezco sin dar explicaciones, pero bueno, me siento mejor diciéndolo y que sepáis que es por los estudios :(
Pero bueno, ya estoy aquí... No todo lo bien que quería porque llevo muchisímo tiempo, es decir, desde del verano, sin un poquito de inspiración. No me gusta nada estar así, mi muso (como yo llamo a ese algo que me inspira) se ha ido y no ha vuelto... Además, he leído mas bien poco en verano y se me acumulan los libros que quiero leer. Lo mejor de todo es que han cerrado la página donde me descargaba los libros ;(
Si conocéis alguna de confianza dejármela en los comentarios, gracias ^-^
Normalmente os pondría algún relato o poesía mía, pero como mi muso sigue de vacaciones (-.-''''') os mostraré algunos de los maravillosos dibujos de Liberlibélula, relacionados con la saga Laila Winter, y aprovecho para saludar a esas maravillosas "haditas" :DDD
Las bellas guardianas del bosque del Reino Blanco, las limnias, de las cuales no diré nada más por si hay alguien por aquí que esté leyendo los libros o quiera leerlos :D
El príncipe de Ithirïe, Fahon y su amor imposible lunarïe.
Impresionante el estilo de Libertad, esta chica cada vez hace dibujos más perfectos... ENOHABUENA! :D
Y bueno, para completar un poquito la entrada, una recomendación musical :) Esta canción es preciosa, tanto por la melodía como por su significado, espero que os guste, su nombre es "Let her go" y el autor, Passenger
Espero que para la próxima entrada, que espero que sea pronto, mi muso haya llegado de sus laaargaaas vacaciones (voy a esperarle con los brazos en jarras en la puerta cual madre espera a un niño que se ha pasado del toque de queda xD) y tenga nuevas creaciones y, sobre todo, una continuación espectacular para "Memorias de una acuarïe"
Hola!!! En fin, ya habéis visto lo abandonado que he tenido el blog todo este tiempo pero las vacaciones, los viajes, ciertas cosillas que han surgido en lo personal... Me han impedido volver a este maravilloso mundo de blogs y demás. Pero bueno, ya he vuelto y es lo que importa, dispuesta a terminar lo que dejé a medias, como la historia de la entrada anterior... Laila se agachó, recogió la hoja y, cuando cerró el libro, le dio la impresión de que el diamante de la tapa brillaba un poco más que antes. Entonces, al fondo de la cueva, una luz se encendió y Laila, sin pensárselo dos veces, entró. Junto a una hoguera, había una figura femenina envuelta en una capa negra, tumbada en el suelo, como si durmiera. Laila se acercó a ella y, sintiendo el corazón latiendo más deprisa que nunca, le apartó la capucha, desvelando un rostro pálido como el alabastro y unos cabellos rubios. Laila, asombrada por el parecido que tenía ella con aquella desconocida, le tocó el hombro para despertarla y la mujer abrió los ojos sobresaltada, sus ojos azules como el cielo. Laila se apartó rápidamente, pero la mujer la cogió por la muñeca y desvió su mirada hacia el libro que tenía la chica entre las manos. Ninguna de las dos era capaz de moverse. Laila balbució: -Es... ¿Es suyo? La mujer la miró de nuevo a los ojos y Laila quedó atrapada en su seria mirada, los ojos de aquella desconocida parecían querer entrar en Laila, descubrir quién era y qué quería sin tener que preguntarle siquiera. La chica se sintió cohibida e intentó zafarse de la mano de la mujer, pero algo la detuvo. En su mirada parecía estar cambiando algo, se estaba volviendo más dulce, sorprendida, emocionada. Una lágrima resbaló por su mejilla y murmuró: -Hija... A Laila le dio un vuelco el corazón. Ella intuía que Marian y Tulio, que así se llamaban sus padres, no eran en realidad sus progenitores, no tenía ningún parecido con ellos. Pero a Laila le daba miedo conocer la verdad de su pasado, le daba miedo pensar que sus padres la abandonaron porque no la querían. Así que tomó la decisión de vivir en la ignorancia, pensar que sus padres eran Marian y Tulio e intentar que la diferencia en el aspecto físico no fuera un impedimento para poder considerarlos su familia. Pero, en el fondo, siempre había tenido la ilusión de conocer a sus verdaderos padres. Y ahora, allí, ante aquella mujer, sabía que sus lágrimas no podían ser nada más que de felicidad. Sabía que, al fin, había encontrado a su verdadera familia. Laila lloró junto a su madre, y las dos se abrazaron, emocionadas. La chica tenía tantas cosas que preguntarle, que su mente se quedó bloqueada y sólo pudo expresar una pregunta: -¿Dónde está papá? El rostro de la mujer se volvió frío de repente, toda la emoción de antes desapareció y, fijando sus ojos en Laila, le dijo: -Muerto, lo maté yo- un destello de rabia, tristeza y desolación cruzó su mirada.- No te que quería Laila, no quería que nacieras y crecieras. Pero yo te amaba desde que supe que estabas en mi interior, no iba a permitir que te hiciera daño, por eso te dejé en aquella casa. Por eso huí luego, alejándolo de ti. A Laila se le formó un nudo en la garganta, y le mostró el libro que la había guiado hasta allí: -¿Cómo...? Su madre cogió el libro y tras mirarlo detenidamente, lo tiró al fuego: -Era de tu padre. Laila se quedó muy sorprendida ante lo que su madre había hecho y lo que había tenido que sacrificar para que ella pudiera vivir. Quince años separada de su hija amada, quince años de soledad en el bosque, soportando frío, calor, huyendo de los lobos... Sacrificando al hombre del que seguramente había estado enamorada en el pasado. Sólo por ella. Por Laila. Su hija. Laila la abrazó de nuevo y su madre la acogió entre sus brazos, protegiéndola de cualquier cosa, de cualquiera que quisiera hacerle daño...
FIN
Espero que os haya gustado...
Y bueno, después de presentaros el final de mi historia y dejar de provocar que os comáis las uñas de la intriga (no lo hágais, es malo xD)... Dos cositas:
1.Para mis chicas Lailawinteras:
Sé que os prometí una foto de "Sylph" mi colgante nuevo por cortesía de Bárbara, la maravillosa autora de Laila Winter y cuya atención y entrega para que tuviera a Sylph lo más pronto posible me han dejado impresionada... MUCHAS GRACIAS BÁRBARA POR SER TAN ATENTA!! ^^
Desgraciadamente, tengo un problema con mi cámara de fotos y no soy capaz de hacer la foto al colgante :( Lo siento chicas, pero de momento, no va a poder ser... Pero a cambio, os comunico que estoy ya trabajando en la continuación de mi historia en "Memorias de una acuarïe" Pronto tendréis otra entrada sobre mi experiencia en Acuarïe ;)
2. Esto no es nuevo... Cascada :)
Ya sabéis que es mi cantante favorita y que sus canciones consiguen emocionarme, inspirarme... Por eso, os presento una nueva canción de ella, de Cascada...
Su nombre es "Night Nurse" y aquí os dejo el vídeo oficial y otro con los lyrics, espero que os guste ^^
¡Madre mía! ¿Desde marzo no actualizo el blog? Que vergüenza... Siento muchísimo esta larga ausencia, pero he estado liadísima tanto con los estudios como con la vida personal... Tiempo de cambios, para mejor, pero cambios, que como siempre hacen que tengas que estar completamente concentrada en ellos...
Pero bueno, ya estoy aquí de nuevo y eso es lo que importa :) Hoy actualizaré este querido blog mío y, en días posteriores, mi otro blog, "Memorias de una Acuarïe", tendrá la continuación publicada para los seguidores de la fantástica saga "Laila Winter" (¿Todavía queda gente que aún no conoce a Laila y sus encantadoras amigas? No me lo puedo creer... Me habéis decepcionado...)
Bueno, leed mi más reciente creación... A ver si se me pasa el enfado mientras tanto...
Faltaba poco para que amaneciera, para que los rayos del sol cruzaran la neblina que se había apoderado de las calles y para que los trinos de los pájaros despertaran a los habitantes de pueblo.
Mientras tanto, una figura cruzaba corriendo la plaza mayor, iluminada por una farola solitaria situada en el centro de ella. Llevaba el rostro en sombras, cubierto por una capucha y la ropa hecha jirones. Entre los brazos de la figura, se avistaba un paño que cubría algo inquieto, que no dejaba de moverse y emitir un sonido bastante parecido al del llanto. La mujer miró a la criatura y luego, parándose en las sombras de la plaza, lo más alejado posible de la tenue luz que emitía la farola, aguzó el oído.
La seguían, podía oír sus pasos.
Emprendió la alocada carrera de antes y esta vez, no paró hasta llegar al bosque, donde encontró una casa de paredes blancas y chimenea de ladrillos rojos.
Los pasos eran más cercanos.
Sintiendo un profundo dolor en el pecho, la mujer de la capucha retiró el paño que cubría al bebé y lo miró por última vez. Se acercó a la casa y, con cuidado, lo depositó en el suelo, frente a la puerta. Llamó tres veces y corrió a esconderse en la parte de atrás de la casa, desde donde pudo oír cómo la puerta se abría y una mujer, sorprendida, recogía al bebé y se lo mostraba a su marido, quien estaba tan o más sorprendida que ella.
Una lágrima resbaló por la mejilla de la mujer en las sombras, quien corrió hacia el bosque, dispuesta a alejar a quien la perseguía del bebé.
Más tarde, un grito de dolor rasgó la madrugada, y el bosque quedó de nuevo en silencio, igual que antes, excepto por el golpe seco de un libro contra el suelo.
Quince años más tarde...
Una chica estaba arrodillada en la orilla de un río, a su lado, había un cubo de madera lleno de agua, esperando a que la chica terminara de llenar el otro cubo que tenía entre las manos. Era mediodía y el calor comenzaba a hacerse notar, los dorados cabellos de la chica soltaban pequeños destellos de luz y sus ojos celestes eran tan cristalinos como el agua del río:
-¡Laila! ¡Laila!- escuchó detrás de ella, una voz femenina la llamaba.
-¡Voy!- contestó la chica, mientras terminaba de llenar el cubo. Se secó las manos con el delantal de su vestido, cogió los dos cubos y se dirigió a una casa de paredes blancas y chimenea de ladrillos rojos, su hogar.
Una mujer morena la esperaba en la puerta:
-¡Vamos Laila! ¡Tengo que preparar la comida!
-¡Ya voy mamá!- respondió Laila.
La chica le dio los cubos a la mujer y entró tras ella en la casa. Mientras la madre de Laila preparaba la comida, ella ponía la mesa y, de repente, tocaron a la puerta:
-Ve a abrir a tu padre, Laila.
La chica obedeció y regresó a la cocina acompañada de un hombre alto y fuerte, el cual besó a su madre y ayudó a Laila a poner la mesa.
Al atardecer, Laila salió a pasear. Los cantos de los pájaros llenaban el aire. y el calor de mediodía había dado paso a una brisa fresca y suave. Laila caminaba despacio, sintiendo la delicada hierba bajo sus pies descalzos, relajándose, dejando llevar su mente muy lejos...
Un destello.
Laila salió de su ensimismamiento y miró en la dirección en la que había aparecido el destello. El bosque estaba iluminado por la luz del sol, pero la luz del destello había sido diferente, como la que desprende un cristal al ser iluminado.
Parecía que procedía de uno de los árboles.
Laila se acercó al árbol y miró al suelo, allí, escondido entre las gruesas raíces se hallaba un libro de tapas gastadas, cubierto por el musgo y con una pequeña piedra incrustada en la tapa.
Parecía un diamante.
Laila se agachó y cogió el libro, miró la piedra preciosa, sus celestes ojos en el bello cristal, y sintiendo un presentimiento...
Lo abrió.
Y al abrirlo, la primera página salió del volumen, quedando atrapando en el viento, que la llevó a través del bosque. Laila persiguió la hoja y la atrapó en el aire. Pero cuando abrió el libro para colocar la hoja en su sitio, la siguiente voló y, de nuevo, Laila corrió tras ella.
Once hojas volaron y todas y cada una de ellas estaban en blanco, pero Laila no pensó en ese detalle. Sentía que le iba a pasar algo importante, y que las hojas estuvieran en blanco no le parecía algo relevante en ese momento.
La hoja número doce cayó en la entrada de una oscura cueva.
Hacía tiempo que había anochecido, pero eso a Laila no le importaba, sabía que estaba en las profundidades del bosque, alejada de su casa y de sus padres, pero tampoco le importaba. Algo reverberaba en su interior, la voz de una mujer que le decía que entrara, que no se echara atrás.
Continuará...
Bueno, bueno... Se me ha pasado un poco el enfado, pero aún no estoy muy convencida, así que os dejo con la intriga hasta la siguiente entrada ;)
Ahora, otras cositas que han sucedido en mi ausencia bloguera. Entre ellas, una muy importante que, en cuanto la supe, me puse más feliz que unas castañuelas (o que una pixi, según mis compañeras lailawinteras :D)
Al fin se pone a la venta en España "Heaven" la última parte de la trilogía "Halo"
Tal y como lo oís (o leéis), la última parte de la maravillosa saga de Alexandra Adornetto
está en las librerías de España desde el 12 de abril. ¡Estoy deseando tenerla entre mis manos! Veremos cómo acaba el dulce amor entre el humano Xavier (*-*) y el ángel Beth.
Aquí os dejo la preciosa portada:
Más creaciones de Liberlibélula
De nuevo nuestra genial artista Liberlibélula nos ha vuelto a sorprender con estos magníficos dibujos de dos de las reinas de Ialanthilïan, el Reino de la Bella Gente...
Sin comentarios... Liberlibélula se ha vuelto a superar, y se sigue superando en cada dibujo. Podéis comprobarlo en su maravillosa página en Deviantart clickando AQUÍ
Nueva y maravillosa canción de Cascada
Estuvo en Eurovisión 2013 representando a Alemania con la canción Glorious, su interpretación fue magnífica. Aquí os dejo el videoclip oficial de la canción y su actuación en Eurovisión:
Fabuloso, como sólo ella sabe hacerlo :)
Y, por último, me gustaría que conocierais otra canción de Cascada que he descubierto hace poco, se llama Runaway. Esta canción no tiene videoclip oficial, así que os dejo un vídeo con el lyrics:
Hasta aquí la entrada que hace "renacer" a mi blog, abandonado hace meses...
Hola de nuevo!! Ha pasado mucho tiempo desde la entrada anterior, y es que, para no variar, he vivido en un periodo constante de exámenes y, después, me tomé unos días de descanso. Me los merecía :)
Bueno, pues hoy os traigo esta poesía, de mi propia cosecha, para celebrar el "Día de la Poesía", que se celebró el pasado 21 de marzo (sí! Equinoccio de primavera! Me encantan los equinoccios y los solsticios, son fechas mágicas :) )
El Día de la Poesía se celebra internacionalmente desde el año 2001, es un día para rendir homenaje a las letras, al lenguaje poético que despiertan en nuestro interior emociones contradictorias e incluso enriquecen nuestro lenguaje... Así que, MUCHÍSIMAS FELICIDADES a todos aquellos en los que, bien en prosa, bien en verso, utilizan el lenguaje poético para alegrar y enriquecer nuestra alma :D
Feliz San Valentín!!Espero que este poema os haya gustado, ya que es muy propio para esta semana.
El pasado jueves 14 de febrero miles de parejas celebraron ese día tan especial. Para mí podemos decir que fue simplemente Jueves, no sé si me explico... Pero el no haber encontrado aún tu "media naranja" no significa que no tengas la suficiente inspiración como para escribir un poema de amor :) Exactamente eso fue lo que me pasó a mí y este es el resultado de tanto aire cargado de amor, aunque algunas no lo soporten (eso va por ti, Miss Lunarïe xD)
Ante todo... MIL PERDONES por mi laaaarga ausencia. Lo siento, es que he estado bastante ocupada con los estudios y... bueno... vosotros me entendéis... Al estar en el segundo trimestre parece que los profesores "dan más caña", como se dice, a las clases. En fin, en compensación a los días en los que he estado un poco "perdida", me gustaría que leyerais la siguiente historia. Es una que creé para una exposición oral de Lengua que tenía que hacer hace unas semanas (he sacado un 9! Wiiii!! ^^) y como me gustó cómo quedó, pues claro... A compartirlo con vosotros se ha dicho! :) Espero que os guste...:
"Esta
historia cuenta la experiencia de una chica que sobrevivió al
naufragio del barco en el que viajaba, esta historia no es conocida
por casi nadie, ya que esa chica estaba amenazada por aquellos que no
querían que los verdaderos motivos de aquel naufragio se conocieran,
aquella chica, era yo.
El
rumor de las olas me despertó y la luz del sol que se reflejaba en
la arena de la playa me cegó. Aturdida, parpadeé hasta que mis ojos
se adaptaron a la luz y me tumbé boca arriba en la arena, una arcada
me sacudió y todo el agua que había tragado empapó la arena de aquella playa. Me acerqué como pude al agua marina y me
enjuagué la boca, sintiendo la sal y, sobre todo, la sed en mi garganta. Después,
con la mente más despejada, miré a mi alrededor, preguntándome
dónde estaba.
Era
una isla, de eso estaba segura, la arena de la playa era fina y
suave, el mar era de un azul cristalino y el agua estaba más bien
templada. Por su parte, a mis espaldas, un bosque espeso se alzaba
sobre la isla y a lo lejos había una montaña que tenía toda la
pinta de ser un volcán enorme. Tomé la decisión de resguardarme
del sol a la sombra de los árboles y me incorporé con mucho
esfuerzo, estaba cansada y mareada, me dolía la cabeza y tenía sed.
Cuando
llegué al bosque suspiré, aliviada, bajo la sombra de los árboles
me sentía protegida y más fresca que en la playa, a pleno sol. Me
concentré en buscar agua, no podía beber el agua del mar, sólo me
daría más sed, tenía que encontrar agua dulce. Comencé a caminar
entre árboles y arbustos, más de una herida se abrió en mi piel
por las zarzas que tenía que atravesar, pero al fin, ante mis ojos apareció un pequeño riachuelo de aguas
claras y de poco cauce que despertó aún más la sed que sentía. Me
abalancé hacia él y bebí a grandes sorbos hasta saciarme, después,
sin la sed, apareció el hambre y parece que la suerte se apiadó de
mí, porque junto al riachuelo había un pequeño arbusto con
pequeños frutos amarillos de sabor dulce. Me apoyé en la enorme raíz
de un árbol que había junto al río y cerré los ojos, intentando
recordar la noche anterior, la de la tormenta:
Las
olas rompían fuerte contra el cascarón del barco, moviéndolo de
tal forma que era imposible poder dar un paso sin caerse. Los
marineros se movían frenéticos por el barco, atentos a las órdenes
del capitán que gritaba a unos y a otros lo que tenían que hacer.
Junto al capitán, se encontraba Ferer, el responsable de que la
carga que llevábamos en el barco llegara a su destino. Era un hombre
corpulento, calvo y que imponía miedo y respeto con sólo una mirada
de sus ojos grises. Nunca me había caído bien Ferer, era demasiado
desagradable, sobre todo conmigo y con Viante, la otra chica que
trabajaba en el barco como marinera. Yo era la única marinera que
sabía qué tipo de carga llevábamos en el barco y también sabía
que era ilegal, por lo que Ferer parecía tenerme más vigilada que
nunca, y eso me ponía nerviosa.
Otra
ola sacudió el barco y caímos todos al suelo, el capitán gritó
nuevas instrucciones:
-¡Tomad
las cuerdas! ¡Izad la vela!
La
lluvia era ya incluso dolorosa, caía con mucha fuerza y casi no
veía, pero aún así, fui capaz de llegar a la parte baja del mástil
del barco y tirar de las cuerdas, haciendo que la vela se
abriera por una parte, la otra estaba atascada y una figura delgada
trepaba ya por el mástil para soltarla. Su larga melena rizada era
inconfundible y grité el nombre de Viante, miré hacia donde se
encontraba el capitán y vi, cuando un rayo iluminó la cara de
Ferer, cómo este sonreía y apuntaba a Viante con una pistola, pensé que se había aquel hombre se había vuelto loco, pensé que él creía que yo le había contado a alguien lo que sabía y para vengarse, quería matar a mi amiga, aunque yo no había contado nada. Yo corrí hacia él, lo empujé y desvié el tiro, el hombre
se levantó del suelo y me dio un puñetazo, yo le volví a empujar,
con la fuerza suficiente para tirarlo por la borda, pero me agarró
del brazo y yo caí con él al mar.
Una
ola gigantesca cayó sobre los dos, nos hundimos, Ferer se hundió, pero yo conseguí salir a flote. Escuché cómo Viante me llamaba a gritos, me volví
hacia ella y los demás marineros, que buscaban algo con lo que
sacarme del agua, pero era demasiado tarde, otra ola cayó sobre mí
y me nubló la vista.
Me perdí en la oscuridad, con la voz de Viante gritando mi nombre, desesperada.
Me
desperté sobresaltada, de nuevo estaba en la isla, junto al mismo
riachuelo, ya había anochecido. Dos lágrimas resbalaron por mis
mejillas, recordando a Viante, recordando a mi mejor amiga.
Una
semana después de mi llegada a la isla, un helicóptero me encontró y me llevó a casa, todos
lloraron emocionados al verme.
Todos salvo Viante y el resto de la tripulación, de ellos no he vuelto a saber nada más."
Un poco triste, pero bueno, no todos los finales son felices. Aún así, quedé bastante satisfecha con mi creación y espero que a vosotros os haya dejado un buen sabor de boca tras leerlo.
